Esta mañana una parte de la compañía del Raluy ha visitado Circusland, en el corazón del pueblo gerundense de Besalú, también conocido como el Palacio Internacional de las Artes del Circo. Es la única institución patrimonial en Europa dedica en exclusiva a la historia de la actividad y presente circense. Los miembros del Circo Raluy les hemos dicho “Gracias por conservar esta inmensa colección de historia… Nuestra historia”.
En el corazón medieval de Besalú, Girona, se encuentra un espacio que todo amante del circo debería visitar al menos una vez en la vida: Circusland, el Museo Europeo del Circo. Este proyecto único abrió sus puertas en 2020 en el Palacio de los Marqueses de Pallol, un edificio histórico que se ha convertido en el mejor escenario posible para albergar una de las colecciones circenses más importantes del mundo.
Circusland no es un museo estático, sino un recorrido vivo y emocionante por más de dos siglos de historia del circo. En sus salas se pueden admirar carteles antiguos, trajes originales de artistas legendarios, maquetas de espectáculos, fotografías históricas y piezas únicas como aparatos de equilibristas o instrumentos de las tradicionales bandas de circo. Cada objeto es un testimonio de un tiempo y de un artista que contribuyó a engrandecer este arte.
El museo es fruto de la visión de la Fundación Circus Arts, dirigida por Genís Matabosch, director del Festival Internacional del Circo Elefante de Oro. Su objetivo ha sido conservar y difundir el patrimonio circense, dignificándolo como fenómeno cultural y universal. Esta misión conecta directamente con el espíritu del Circo Raluy, cuya familia lleva más de un siglo defendiendo el legado de este arte a través de la preservación de carromatos históricos, objetos de época y la recreación de la estética del circo clásico.
Visitar Circusland es, por tanto, mucho más que una experiencia cultural: es sumergirse en la esencia del circo, comprender su evolución y redescubrir su capacidad de emocionar a generaciones enteras. Además de la exposición permanente, el museo organiza conferencias, visitas guiadas y actividades educativas, consolidándose como un referente europeo en la preservación de la memoria circense.
Para el público que disfruta de los espectáculos del Circo Raluy Histórico, Circusland es una oportunidad de ir un paso más allá y adentrarse en la historia que da sentido a cada función, a cada número y a cada carromato.
Si el circo sigue vivo es gracias a la magia de sus artistas y al esfuerzo por preservar su patrimonio. Y hoy, tanto en la pista de Raluy como en las salas de Besalú, esa magia sigue brillando.
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