July 24, 2017

El London Bar, ubicado en la calle Nou de la Rambla de Barcelona, no es solo un bar. Desde su apertura en 1910, se ha convertido en un testigo privilegiado y partícipe de la historia cultural de la ciudad. Este emblemático establecimiento, con una decoración que evoca la época modernista, ha sido punto de encuentro de figuras tan destacadas como Dalí y Picasso, y ha jugado un papel crucial en la historia del Circo Raluy.

London Bar: Testimonio de la historia cultural de Barcelona

El London Bar abrió sus puertas en un contexto de efervescencia cultural en Barcelona. Su estilo único y la atmósfera bohemia lo convirtieron rápidamente en un lugar de peregrinaje obligado para artistas y amantes del arte. La autenticidad del local se ha preservado a lo largo de los años; aún hoy, los visitantes pueden disfrutar de una copa en un entorno que parece congelado en el tiempo, con actuaciones en vivo de jazz y blues que llenan el aire cada noche.

Desde sus inicios, el London Bar fue más que un simple bar. Se convirtió en un sitio de reunión para la comunidad artística de Barcelona, incluidos miembros de la familia del Circo Raluy. Nuestra familia, conocida por su tradicional enfoque y su compromiso con el arte circense, encontró en el London Bar un espacio de inspiración y camaradería. La influencia del London en el Circo Raluy no se limitó a encuentros casuales; fue en este ambiente donde se gestaron muchas de las ideas que más tarde llevarían al circo a ganar reconocimientos como el Premio Nacional de Circo del Ministerio de Cultura de España en 1996 y la prestigiosa Creu de Sant Jordi en 2006.

La herencia de Carlos Raluy

La relación entre el London Bar y el Circo Raluy se fortaleció aún más tras el legado que recibió Carlos Raluy en el año 2017. A través de su testamento, se evidenció no solo la estrecha relación personal entre los propietarios del bar y la familia Raluy, sino también un profundo reconocimiento del papel cultural que el London Bar jugaba en la vida del circo. Esta herencia no solo simbolizó un traspaso de propiedad, sino también el paso de una antorcha cultural, perpetuando la memoria de un lugar que ha sido cuna de arte y creatividad en Barcelona.

Reconocimientos y distinciones

El vínculo con el London Bar ha avalado el impacto cultural del Circo Raluy, que ha recibido un amplio reconocimiento. Aparte del ya mencionado Premio Nacional de Circo, la concesión de la Creu de Sant Jordi resalta la relevancia de esta empresa familiar no solo en el ámbito cultural sino también en el social de Cataluña. Este premio, que también se otorgó a personalidades destacadas como el editor barcelonés Ricardo Rodrigo en el mismo año, subraya la importancia de mantener y honrar las tradiciones que enriquecen la cultura catalana.

Finalmente, destacar que el London Bar no es solo un lugar para disfrutar de buena música y una atmósfera vintage, es un espacio donde se respira historia y arte. La herencia recibida por Carlos Raluy refuerza este legado, asegurando que el espíritu del Circo Raluy y la magia del London Bar continúen inspirando a futuras generaciones. La historia de este bar es un recordatorio palpable de cómo los espacios pueden influir y enriquecer la cultura, sirviendo de puente entre el pasado artístico de Barcelona y su presente vibrante.