Carlos Raluy Tomás era el segundo hijo del acróbata Luis Raluy Iglesias y Marina Tomás Jorba.

Nacido en Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el 26 de octubre de 1945, desde muy joven comenzó a viajar por el mundo junto a su padre y su hermano mayor. La exitosa carrera artística y profesional de su padre permitió a la familia visitar países muy lejanos, algo poco común en aquella época. Este estilo de vida peculiar permitió a Carlos y a toda la familia Raluy desarrollar una mentalidad moderna y emancipada, aprender idiomas y apreciar la diversidad cultural.

Su padre pronto se convirtió en su entrenador. A los 14 años, Carlos hizo su debut junto a su padre y su hermano Luis como acróbata en barras fijas. Durante su juventud, actuó en algunos de los mejores complejos europeos, y junto con sus hermanos menores, Eduardo y Francis, también presentó un número de trapecio volante. Pero su pasión por el circo no se limitaba a la pista. Carlos era un entusiasta de los vehículos, emprendedor y soñaba con llevar su propio circo por todo el mundo, un deseo que perseguía desde su infancia.

En 1972, toda la familia estaba presentando sus números en Blackpool (Reino Unido). En ese momento, su hermano Luis ya estaba casado y tenía una hija, y Carlos estaba a punto de ser padre. El salario de los artistas no alcanzaba para cubrir los gastos de una familia tan numerosa, y los hermanos pensaron en tomar caminos separados. Fue entonces cuando Carlos propuso la idea de unir fuerzas para abrir su propio circo, que se hizo realidad ese mismo año bajo el nombre de Circo Moscovo y debutó en Portugal. Desde ese momento, Carlos, con la confianza de su padre, se convirtió en el timonel de la empresa y de la familia misma. Su circo creció año tras año y a finales de los años 70, bajo el nombre de Circo Ringland, se convirtió en una de las empresas circenses más importantes de España.

En los años siguientes, siguió cumpliendo todos sus sueños llevando su circo de gira por Europa, África y América. A mediados de los años 80, decidió unir sus grandes pasiones, el circo y los vehículos clásicos. Esta gran intuición llevó al nacimiento del Circo Raluy. En esta etapa, sus hermanos Eduardo y Francis decidieron seguir caminos empresariales separados, mientras que su hermano mayor, Luís, continuó apostando por las intuiciones de Carlos.

Esta nueva etapa consolidó a Carlos como uno de los más grandes empresarios circenses de todos los tiempos. El Circo Raluy ganó numerosos premios, incluyendo el Premio Nacional de Circo, el Premio Max de SGAE, la Estrella de Mar de Argentina, la Creu de Sant Jordi y el Premio Ciudad de Barcelona. Hoy en día, el Circo Raluy tiene 2 legados llevados por diferentes miembros de la familia y se ha consolidado como uno de los mejores circos de la historia.