El espíritu alegre y nostálgico del circo tradicional revive con Los Payasos de la Tele, un espectáculo que celebra el humor, la música y la ternura que marcaron a generaciones enteras. Este montaje, pensado para toda la familia, recupera la esencia del entretenimiento limpio y entrañable, aquel que unía a padres, abuelos y niños frente a la televisión o bajo una carpa de circo. Con una puesta en escena cuidada al detalle, esta producción demuestra que la risa y la emoción siguen siendo el lenguaje universal de todas las edades.
El espectáculo: magia, música y humor para todas las edades
El espectáculo Los Payasos de la Tele es una producción de Rossi Show Time en colaboración con Los Hermanos Aragón. Concebido como un gran homenaje al humor familiar, transporta al público al mundo de los años 70 y 80, cuando la televisión reunía a las familias frente al televisor para cantar, reír y soñar juntos.
Durante 90 minutos, el público disfruta de una puesta en escena colorida, con música en directo, coreografías, humor y números circenses que alternan emoción y nostalgia. Las canciones más queridas de la infancia —“La gallina Turuleca”, “Hola Don Pepito”, “El auto de papá” o “Susanita tiene un ratón”— suenan en la carpa con nuevos arreglos, interpretadas por artistas de talento que combinan teatro, música y clown.
El montaje se desarrolla bajo una gran carpa climatizada, cómoda y accesible, con todas las facilidades para que el público disfrute en familia: aparcamiento gratuito, zonas adaptadas para sillas de ruedas y descuentos especiales para familias numerosas, jubilados, personas con discapacidad o grupos. Las zonas están diferenciadas (Plata, Oro, Frontal, VIP), pero sin butacas numeradas: los asistentes eligen su lugar por orden de llegada, lo que favorece una atmósfera cercana y participativa.
El espectáculo también incluye una exposición paralela llamada “El Museo”, donde se exhiben objetos originales, vestuarios, juguetes y recuerdos de la historia de los Payasos de la Tele. Con casi 200 piezas únicas, esta muestra ofrece una oportunidad para descubrir cómo la música, el humor y la televisión transformaron el circo en un fenómeno cultural que aún hoy despierta admiración y ternura.
Las redes sociales oficiales de la producción mantienen informados a los espectadores sobre próximas funciones, giras y novedades. En ellas, el público comparte recuerdos, fotografías y mensajes de cariño que demuestran la vigencia del legado de los Aragón. La productora Rossi Show Time gestiona la web y los perfiles oficiales, donde se pueden consultar horarios, precios y promociones.
En definitiva, Los Payasos de la Tele es mucho más que un espectáculo: es un reencuentro entre generaciones, una experiencia sensorial donde la risa, la música y el arte circense crean un puente entre el ayer y el hoy.
Historia de los Payasos de la Tele
Hablar de los Payasos de la Tele es hablar de la historia de la sonrisa en España. Su origen se remonta a la familia Aragón, una de las sagas más emblemáticas del circo y del entretenimiento. Los hermanos Gaby, Fofó y Miliki, nacidos en el seno de una familia de artistas, comenzaron su carrera en los años treinta, actuando en circos, teatros y programas de radio. Desde muy jóvenes destacaron por su talento musical y su capacidad para conectar con el público infantil.
Durante los años cincuenta y sesenta triunfaron en América Latina, especialmente en Cuba, México, Venezuela y Argentina, donde se consolidaron como un fenómeno popular. Sin embargo, su regreso a España en los años setenta fue lo que los convirtió en auténticos iconos de la televisión nacional. En 1973 estrenaron en Televisión Española el programa “El Gran Circo de TVE”, que durante más de una década marcó la infancia de millones de niños y niñas.
El programa no era solo un espacio de entretenimiento: transmitía valores positivos como la amistad, el respeto y la importancia de la alegría. En cada emisión se combinaban sketches humorísticos, canciones pegadizas, pequeñas historias y mensajes llenos de optimismo. Las melodías que interpretaban —“La gallina Turuleca”, “Don Pepito y Don José”, “Susanita tiene un ratón” o “El auto de papá”— se convirtieron en himnos de una generación que creció con ellos.
La familia Aragón supo mantener vivo el espíritu del circo clásico dentro del medio televisivo, adaptando su lenguaje a las nuevas tecnologías sin perder su esencia artesanal. Su humor era blanco, universal y accesible, sin necesidad de artificios. Gracias a su carisma y talento, lograron conquistar tanto a los niños como a los adultos, convirtiéndose en un símbolo de unión familiar.
Tras el fallecimiento de Fofó en 1976, el grupo continuó su trayectoria con Fofito, su hijo, y con Milikito, hijo de Miliki. A pesar de las pérdidas, la saga siguió expandiéndose, manteniendo vivo el legado y adaptándose a nuevas generaciones. Décadas después, sus canciones siguen resonando en fiestas escolares, programas de televisión y espectáculos en vivo, demostrando que su influencia trasciende el tiempo.
Los Payasos de la Tele no solo fueron artistas: fueron educadores emocionales, transmisores de valores y guardianes de la risa más sincera. Representaron la inocencia de una época en la que la felicidad se compartía frente al televisor, y la risa era el lenguaje común entre padres, hijos y abuelos.
Hoy, espectáculos como el presentado por Rossi Show Time mantienen viva esa herencia, devolviendo al público la magia de aquellos años y recordando que el humor y la ternura son eternos. Su historia es la de una familia que, como la del Raluy, ha hecho del arte un modo de vida, del circo una pasión y de la alegría un legado que sigue brillando generación tras generación.






