Los niños que viven en circos en España tienen acceso a una educación adaptada a su estilo de vida nómada. Algunos cambian constantemente de colegio según el lugar al que se desplace la compañía circense, mientras que otros reciben clases en aulas itinerantes especialmente acondicionadas. A pesar de estos desafíos, la educación de estos menores se mantiene como una prioridad, sin perder de vista su vínculo con el mundo del espectáculo. En este artículo vamos a hablar de 2 ejemplos de lo que significa la educación sobre ruedas: Jillian y Kimberley, las hermanas Raluy.
La educación sobre ruedas: Un modelo educativo itinerante
Uno de los casos más representativos de esta realidad es el de Jillian, una estudiante de tercero de la ESO cuya educación transcurre en diversos centros educativos a lo largo del año. Hija de artistas y propietarios del Circo Raluy, puede llegar a asistir a hasta 15 colegios distintos en un solo año, dependiendo de la ruta de la compañía. La situación de Jillian no es única: en España, varios cientos de niños viven bajo estas condiciones, obligados a adaptar su aprendizaje a un entorno cambiante.
Para responder a esta necesidad, el Ministerio de Educación de España creó en 1986 el programa “Aulas itinerantes”, una iniciativa que permite a los niños que viven en circos recibir una enseñanza continua sin importar su ubicación. Este programa asigna profesores a las compañías circenses que cumplen ciertos requisitos, como disponer de un aula en buenas condiciones y ofrecer alojamiento para el docente. Además, el circo debe contar con al menos tres niños en edad escolar primaria. Actualmente, 14 circos en España se benefician de esta iniciativa, con un total de 124 alumnos matriculados.
La experiencia de los docentes en los circos
Ser maestro en un aula itinerante supone un reto pedagógico significativo. Los profesores seleccionados a través de un concurso de méritos deben presentar un proyecto educativo que contemple la enseñanza en un espacio reducido y con alumnos de diferentes edades. La organización de las clases se convierte en una tarea compleja, especialmente cuando hay estudiantes de distintos niveles educativos en la misma aula.
Gema Ronda, una docente del circo Alex Zavatta, describe su experiencia como enriquecedora y única. “Durante los primeros meses, te quedas constantemente maravillado”, comenta. Sin embargo, reconoce que es un desafío a nivel profesional y personal, ya que la enseñanza en este contexto exige una gran capacidad de adaptación.
Los alumnos de secundaria suelen estudiar a distancia con ayuda de ordenadores, aunque cuentan con el apoyo de los profesores para resolver dudas y completar tareas. Este método combina la enseñanza tradicional con la digital, permitiendo que los estudiantes sigan los programas educativos oficiales sin interrupciones.
Ventajas de una educación alternativa
Si bien este modelo educativo presenta desafíos evidentes, también ofrece beneficios poco comunes en la enseñanza convencional. Jillian, por ejemplo, ha desarrollado habilidades lingüísticas excepcionales gracias a su vida nómada. A los 14 años, habla cinco idiomas: español y catalán, además del italiano, el francés y el inglés, aprendido en su contacto diario con artistas y turistas de diversas nacionalidades.
Más allá de los aspectos académicos, los niños de los circos crecen en un ambiente multicultural y adquieren una gran capacidad de adaptación. Aunque sus estudios se desarrollan de manera distinta a la de otros jóvenes, el vínculo con el espectáculo es lo que realmente define sus vidas. Jillian, al igual que muchos otros niños en su situación, sueña con el momento de salir a la pista y demostrar el fruto de años de ensayo. Para ella, la educación sobre ruedas es solo una parte más de un estilo de vida que no cambiaría por nada.
Para disfrutar del espectáculo del circo, “compra tus entradas para el Circo Raluy“.