August 2, 2024

Pasar una tarde de verano en el Raluy en la Costa Brava es sumergirse en un ambiente mágico, donde el encanto de la tradición circense se une a la belleza costera. Desde el momento en que llegas, el olor a palomitas y el sonido de la música clásica del circo te transportan a una época pasada. Las carpas, decoradas con un estilo vintage, reflejan la historia centenaria del circo, creando una atmósfera acogedora y nostálgica.

Los artistas, con trajes brillantes y sonrisas sinceras, deslumbran al público con sus acrobacias, malabares y actos de equilibrios que desafían la gravedad. El circo combina la destreza física con el humor, presentado por payasos que arrancan carcajadas a adultos y niños por igual. Cada acto está diseñado para sorprender y emocionar, manteniendo al público al borde de sus asientos.

Durante el intermedio, puedes pasear por los alrededores de la carpa, disfrutando de golosinas tradicionales y admirando los detalles del circo, como los viejos carromatos y la iluminación tenue que aporta un toque de ensueño al entorno.

La experiencia no es solo un espectáculo, sino una inmersión en un mundo donde el tiempo parece detenerse, donde la alegría es palpable y donde cada acto evoca el asombro infantil. Es una tarde que deja recuerdos imborrables y un deseo de volver a vivir esa magia una y otra vez. Tú puedes vivir la experiencia hasta el 31 de agosto en Palafrugell.