Volvemos a levantar nuestra carpa. Retomamos la gira, y la primera ciudad que visita el Raluy es Platja d’Aro. Nos encanta empezar aquí porque huele a verano, a familias, a gente disfrutando y a un lugar emblemático y muy visitado de la Costa Brava. Estaremos ofreciendo funciones hasta el 31 de julio. ¿Nos acompañais?

El verano es, sin duda, una de las épocas más mágicas para disfrutar del circo, y el Circo Raluy lo sabe bien. El sol, el mar, el ambiente festivo y las noches cálidas crean el escenario perfecto para dejarse sorprender bajo la carpa más emblemática del circo clásico. Platja d’Aro, con su bullicio amable, su paseo marítimo y su vibrante vida estival, se convierte en el mejor arranque posible para una gira que promete emociones inolvidables.

En esta temporada, las familias buscan experiencias compartidas, momentos auténticos que unan a niños, padres y abuelos. El Circo Raluy lo ofrece con creces: números llenos de elegancia, humor y habilidad que hacen reír, soñar y aplaudir a todo el público. Desde los malabaristas hasta los equilibristas, pasando por los payasos y artistas de todo el mundo, el espectáculo mantiene viva la tradición del circo europeo con un toque moderno y poético.

Pero además del espectáculo, el entorno juega un papel esencial. La Costa Brava, con sus calas cristalinas, su gastronomía mediterránea y su encanto pintoresco, es el lugar ideal para unas vacaciones en familia. Disfrutar de un día de playa y acabar la jornada bajo la carpa del Raluy es un plan redondo que combina diversión, cultura y emoción.

El Circo Raluy no es solo un entretenimiento más: es una experiencia sensorial, una vuelta al asombro, una joya ambulante que forma parte del paisaje estival. En Platja d’Aro, hasta el 31 de julio, la magia está servida. Basta con dejarse llevar.