El Raluy te invita a conocer como muchas celebridades y famosos han tenido una relación muy especial con el mundo del circo. A lo largo de la historia, el circo ha fascinado a artistas, músicos, actores, escritores y celebridades de todo el mundo. La pista, con su magia, riesgo y poesía visual, ha sido fuente de inspiración, escenario inesperado y hasta refugio para grandes figuras de la cultura y el espectáculo.

En esta sección reunimos una lista única de celebridades que, en algún momento de sus vidas, mantuvieron una relación especial con el circo. Algunos nacieron en él, otros lo celebraron en su arte, y no faltan quienes lo vivieron desde dentro, viajando en caravana, participando en funciones o enamorándose de sus artistas. Desde leyendas del cine como Chaplin o Fellini, hasta iconos de la música pop como Michael Jackson, todos ellos forman parte del relato universal del circo. Descubre cómo estas personalidades encontraron en la carpa un lugar donde la fantasía se hace realidad.

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Celebridades con relacionadas con el mundo del circo

T. Barnum (empresario, EE.UU.); Phineas Taylor “P. T.” Barnum fue un célebre showman estadounidense del siglo XIX y fundador del famoso circo Barnum & Bailey[1]. Su nombre quedó ligado al lema del “mayor espectáculo del mundo”. Barnum introdujo las exhibiciones de fenómenos humanos y las extravagancias como gran atracción popular, y a los 60 años inició su carrera circense en serio, montando en 1870 un circo ambulante con museo, carrozas y hasta un hipódromo[2]. Bajo su liderazgo, el circo de Barnum se fusionó luego con el de James A. Bailey, dando origen al mítico Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus, célebre por espectáculos con animales exóticos y números grandiosos[1]. Barnum popularizó a artistas legendarios como la cantante Jenny Lind o el elefante Jumbo, y convirtió el circo en un espectáculo de masas internacional. Su legado perdura como pionero del circo moderno y símbolo del entretenimiento exagerado y espectacular[1].

Guy Laliberté (empresario, Canadá); Co-fundador en 1984 del Cirque du Soleil, Guy Laliberté es un ex artista callejero convertido en magnate del entretenimiento[3]. En sus inicios viajó por Europa como malabarista, tragafuegos y zancudo, aprendiendo técnicas circenses en la calle[4]. De regreso a Quebec, reunió a artistas locales y logró apoyo para crear Cirque du Soleil (“Circo del Sol”), un innovador circo sin animales que combinaba acrobacia, arte teatral y música original[3][5]. Laliberté cultivó inversionistas públicos y privados y llevó la compañía de gira por Norteamérica y luego el mundo[6]. Bajo su visión creativa, Cirque du Soleil se convirtió en un imperio global del circo contemporáneo, con espectáculos permanentes en Las Vegas, giras internacionales a gran escala y un estilo artístico único reconocido mundialmente[7][8]. Laliberté, quien incluso viajó al espacio como turista en 2009, transformó el circo en una forma de arte moderna y altamente rentable.

Federico Fellini (director de cine, Italia); El aclamado cineasta italiano Federico Fellini tuvo una profunda relación artística con el mundo del circo. Desde niño quedó fascinado al ver una carpa dorada levantarse en su ciudad y espiar de mañana a los payasos y acróbatas, experiencia que lo marcó de por vida[9]. En sus películas incorporó con frecuencia la estética circense: ya en La strada (1954) mostró la dura vida de artistas ambulantes, y en (1963) cerró con un desfile onírico de personajes como en un circo. Finalmente en 1970 dirigió I clowns (Los payasos), un film a medio camino entre documental y fantasía enteramente dedicado a homenajear el circo tradicional[10]. Fellini confesaba que los payasos representan la dualidad humana, lo racional y lo instintivo[11], y aplaudía su capacidad de expresar “lo mejor y lo peor de nuestra naturaleza” y ser ovacionados por ello[12]. Su obra refleja una visión nostálgica y poética del circo como metáfora de la vida, convirtiéndolo en parte esencial de su universo cinematográfico.

Charlie Chaplin (actor, Reino Unido); El legendario actor y cineasta Charles “Charlie” Chaplin también tiene una conexión destacada con el circo. En 1928 estrenó The Circus (El circo), una de sus películas más célebres, en la que su entrañable personaje Charlot se une accidentalmente a un circo ambulante y, con sus torpezas convertidas en comedia, termina volviéndose la estrella del show[13]. Chaplin escribió, dirigió y protagonizó este film, que le valió un premio especial de la Academia (Óscar honorífico) por su genialidad[14][15]. En The Circus, Chaplin realiza memorables escenas circenses –como la famosa secuencia en que camina por la cuerda floja con monitos sobre él– demostrando sus habilidades físicas y el profundo entendimiento del humor clownesco. En la vida real, si bien Chaplin no fue artista de circo profesional, desde muy joven actuó en el teatro de variedades (music hall) donde compartió técnicas con payasos y acróbatas. Su propio padre había trabajado en espectáculos itinerantes. El arquetipo del vagabundo Charlot que Chaplin creó, con su atuendo desastrado y comicidad física, tiene mucho en común con el clown clásico de circo, y la película El circo queda como un cariñoso tributo a ese mundo que tanto lo inspiró[16].

Burt Lancaster (actor, EE.UU.); Antes de ser una estrella de Hollywood, Burt Lancaster tuvo una carrera precoz en el circo. En su juventud se entrenó en acrobacia y formó un dúo de trapecistas llamado “Lang y Cravat” junto a su amigo Nick Cravat, con el que actuó en varios circos y espectáculos itinerantes en los años 30. Lancaster trabajó como acróbata en circos de feria hasta que una lesión lo obligó a dejar la carpa e intentar suerte como actor en Broadway y luego en el cine. Ya convertido en actor famoso, no olvidó sus raíces circenses: protagonizó películas emblemáticas del género como Trapecio (1956), en la que él mismo realiza escenas colgando del trapecio junto a Tony Curtis y Gina Lollobrigida, recreando la vida bajo la gran carpa. Esa formación acrobática le otorgó a Lancaster una notable agilidad física y presencia atlética en pantalla, siendo clave en filmes de acción y aventuras. En El fuego y la palabra (1960) incluso interpreta a un predicador que hace acrobacias. Lancaster es recordado no solo por su Oscar como actor sino también por ser uno de los pocos galanes de Hollywood que literalmente salieron del circo, llevando la destreza circense al estrellato cinematográfico.

Pablo Picasso (pintor, España); El genio malagueño de la pintura sintió una especial afinidad por el universo circense, que marcó profundamente una etapa de su obra. Durante su llamada “Época Rosa” (1904-1906) en París, Picasso frecuentaba los circos Medrano y Fernando, entabló amistad con artistas itinerantes y tomó a arlequines, acróbatas, saltimbanquis y familias de circo como inspiración para muchos de sus cuadros[17]. En obras famosas como La familia de saltimbanquis (1905) o Acróbata y joven arlequín (1905), retrató la melancolía y humanidad de estos personajes errantes. Picasso veía en los payasos y acróbatas una cierta pureza y un reflejo de la condición humana. De hecho, se ha documentado que en 1954 Picasso declaró: “Me siento a gusto con los saltimbanquis, son gente sencilla y honesta” (carta al crítico G. Apollinaire). El crítico W. Wullschlager señaló que en Picasso “la evolución de las obras de circo reflejó una creciente ansiedad; los artistas circenses pasaron a ser profetas o sabios en su obra”[18][19]. La imaginería circense –con su mezcla de alegría y tristeza– se volvió recurrente en la iconografía picassiana, plasmada tanto en pinturas como en dibujos y esculturas de arlequines. Esta influencia confirma la admiración de Picasso por la vida circense y su capacidad de transformar esa estética en arte universal.

Marc Chagall (pintor, Francia); El pintor Marc Chagall cultivó durante toda su vida un amor profundo por el circo, que quedó plasmado en numerosas pinturas. Desde su juventud en Bielorrusia quedó fascinado por los circos ambulantes, y ya establecido en París asistía con frecuencia al Cirque d’Hiver. Para Chagall, los payasos, acróbatas y equilibristas eran seres casi mágicos: “¿Por qué me conmueven tanto sus maquillajes y muecas?”, escribió. “Con ellos puedo avanzar hacia nuevos horizontes…”[17]. Comparó su propia búsqueda artística con la de Charlie Chaplin en el cine, diciendo que Chaplin intenta en la pantalla lo que él intenta en sus cuadros[17]. En los años 1920 creó su célebre serie de gouaches sobre el circo, y en los 1960 realizó el portafolio de litografías Le Cirque. Sus obras circenses, llenas de color y fantasía, muestran acróbatas flotando en el aire, violinistas sobre techos y animales antropomorfos bajo la carpa, fusionando lo religioso y lo profano[18][20]. Para Chagall, los artistas de circo eran figuras alegóricas de la condición humana; según la crítica, “los artistas de circo pasaron a ser el profeta o sabio de su obra” conforme Europa oscurecía en tiempos de guerra[18]. En suma, el circo fue una fuente de inspiración esencial en el universo poético de Chagall, símbolo de alegría, nostalgia y esperanza en su arte.

Ramón Gómez de la Serna (escritor, España); Ingenioso escritor vanguardista, Ramón Gómez de la Serna fue un gran aficionado al espectáculo circense y lo demostró tanto en su obra literaria como en su propia vida. En 1917 publicó El circo, un libro misceláneo donde explora poéticamente el mundo de la carpa. Además, llevó su pasión a escenas insólitas: en los años 20 llegó a dar conferencias desde un circo. En 1925, por ejemplo, impartió una charla subido a lomos de un elefante en el Cirque d’Hiver de París, causando sensación[21]. Y en Madrid repitió la hazaña leyendo otra conferencia sentado en un trapecio elevado sobre la pista del Circo Americano[21], deleitando al público con su extravagancia. Estas actuaciones mostraban su afán por fundir arte y vida, y su identificación con los payasos y trapecistas como símbolo de libertad creativa. Sus contemporáneos del circo español lo apreciaban mucho; se cuenta que lo llamaban “el cronista del circo” y que era querido entre artistas circenses. Ramón definió el circo como “un fenómeno de belleza múltiple” en el que convivían lo humano y lo fantástico. Su fascinación fue tal que incluso adoptó gestos circenses en presentaciones literarias, demostrando que, para él, la literatura y el circo compartían la magia de lo inesperado y lúdico.

Bárbara Rey (actriz, España); Famosa vedette y actriz de la televisión española, Bárbara Rey mantuvo en los años 80 una relación muy estrecha con el mundo del circo a través de su matrimonio con el domador Ángel Cristo, llegando a integrarse plenamente en la vida circense. Tras casarse con Cristo en 1980, Bárbara dejó en parte su carrera cinematográfica para recorrer España con el Circo Cristo, participando activamente en los espectáculos[22]. Se convirtió en figura publicitaria del circo, presentando nada menos que el número de los elefantes del Circo Ruso de su marido[23] –un golpe de efecto promocional que atrajo mucho público–. La pareja protagonizó programas de TV como El circo de Bárbara Rey y Ángel Cristo en TVE[24], llevando la pista a la pantalla. Bárbara llegó a aprender técnicas de doma y vestuario circense, y era habitual verla con lentejuelas como maestra de ceremonias bajo la gran carpa. Su vida en el circo no estuvo exenta de dificultades –accidentes de Cristo con los leones, gira constantes, etc.–, pero Bárbara Rey supo adaptarse a la dureza y glamour del mundo circense. Su presencia, entonces una celebridad del destape, aportó notoriedad al circo de Ángel Cristo y acercó el espectáculo clásico a un público masivo a través de la prensa del corazón. Aquella etapa consolidó a Bárbara Rey como una artista polifacética, cuyo nombre quedó ligado para siempre a la historia del circo en España.

Ángel Cristo (domador, España); Conocido como “el rey de los domadores”, Ángel Cristo fue el artista circense español más famoso de la segunda mitad del siglo XX[25][26]. Hijo de una contorsionista malagueña y de un trapecista griego, creció literalmente en la pista: provenía de una dinastía circense y debutó con leones a los 22 años, demostrando un valor temerario[27]. En 1969 fundó su propio Circo Ruso en España, con el que alcanzó enorme éxito[28]. Sus números de doma de leones y tigres eran espectaculares –llegó a entrenar un león para caminar sobre la cuerda floja y presentar a un tigre y un león cabalgando a caballo–. Aunque sufrió múltiples accidentes con fieras, continuó trabajando y fue galardonado con el Clown de Oro en el Festival de Montecarlo de 1982[28]. Su matrimonio con la actriz Bárbara Rey en 1980 lo convirtió además en figura mediática: juntos recorrieron el país con el circo, y Ángel Cristo pasó de la sección de espectáculos a las portadas del corazón. Tras años de éxito, su circo enfrentó dificultades a fines de los 90 por denuncias de maltrato animal[29], llegando a ser embargado y enfrentando problemas personales serios. Aún así, Cristo es recordado como el domador emblemático de España, un showman cuya entrega absoluta al circo –incluso con su vida personal– marcó una época. Su leyenda pervive en la memoria popular como símbolo de coraje bajo la carpa.

Teresa Rabal (actriz, España); Hija de los actores Paco Rabal y Asunción Balaguer, Teresa Rabal brilló como estrella infantil en los 80 y llevó su pasión por los niños al circo. A principios de los 90, tras triunfar con canciones infantiles, Teresa fundó su propio circo itinerante orientado al público familiar[30]. Este “Circo de Teresa Rabal” recorrió España con enorme éxito, combinando números clásicos (payasos, malabaristas) con las populares canciones de Teresa, lo que lo convirtió en uno de los circos más visitados del país[30]. Visionaria, Teresa incorporó por primera vez un colegio itinerante dentro de la carpa para que los niños de los artistas pudieran estudiar durante las giras[30]. Ella misma actuaba como presentadora y cantante en el show, acompañada de su marido, el compositor Luis Eduardo Rodrigo. Bajo la carpa montaba espectáculos educativos y alegres, con sus hits “Veo, veo” o “De oca a oca” interpretados en vivo, que encantaban a los más pequeños. Teresa se volcó en esta aventura circense por más de 15 años, hasta que la salud y la edad la hicieron reducir el ritmo de giras[31]. También creó los premios “Veo Veo” para impulsar a jóvenes talentos, en un festival que a veces montaba en su propia carpa. Su circo infantil, pionero en su estilo, es el proyecto del que Teresa Rabal se ha declarado más orgullosa[30], pues fusionó su vocación artística y educativa dejando huella en toda una generación.

Emilio Aragón “Miliki” (payaso, España); Miembro de la legendaria saga de Los Payasos de la Tele, Emilio Alberto Aragón Bermúdez, conocido como “Miliki”, nació en el seno de una familia circense de cuatro generaciones[32]. Junto a sus hermanos Gaby y Fofó debutó siendo niño en el Circo Price de Madrid en los años 30[32], siguiendo los pasos de su padre “Emig” y sus tíos, también payasos profesionales. Tras girar por Latinoamérica, el trío Gaby, Fofó y Miliki alcanzó enorme popularidad en la televisión española de los 70 con programas como Había una vez un circo y El Gran Circo de TVE, que acercaron la magia circense a millones de hogares[33][34]. En pantalla, Miliki tocaba el acordeón, cantaba temas infantiles –como el famoso “¡Hola, Don Pepito!”– y hacía reír con su bombín y ocurrencias de clown augusto bonachón. Pero su vínculo con el circo no fue solo televisivo: provenía de la familia Aragón, ilustre dinastía circense. Su madre fue acróbata ecuestre y su padre dirigió circos, de modo que Miliki recorrió desde joven las pistas internacionales. En 1997 se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Premio Nacional de Circo[35] por su trayectoria. Incluso en los 90 creó un nuevo espectáculo llamado “El circo del arte” con sus hijos[36]. Miliki dedicó su vida entera a “hacer reír pase lo que pase”, como decía, llevando el espíritu del circo tradicional al corazón de varias generaciones.

Britney Spears (cantante, EE.UU.); La princesa del pop tuvo en 2008-2009 una etapa claramente influenciada por la estética circense. Su sexto álbum de estudio se tituló “Circus” (2008) y adoptó todo el imaginario del circo: desde el vestuario de ringleader (maestra de ceremonias) que Britney luce en la portada, hasta letras y videoclips con temática de espectáculo ambulante. En 2009 emprendió The Circus Starring Britney Spears, una ambiciosa gira mundial concebida como un auténtico show de circo pop[37]. El escenario se diseñó en forma de carpa circular con tres pistas al estilo tradicional[37], y a su alrededor bailarines, acróbatas, ilusionistas y contorsionistas acompañaban a la artista. En el arranque del concierto, Spears aparecía caracterizada de domadora con sombrero de copa, guiando un montaje de feria con efectos visuales y números de magia[38]. La crítica describió el tour como una “extravagancia pop” de gran espectacularidad[39]. Canciones como “Circus” y “Womanizer” sonaban mientras Britney realizaba coreografías rodeada de artistas aéreos, fierezas simuladas y un ambiente de fantasía circense. Aquel tour –que recaudó más de 130 millones de dólares[40]– consolidó a Britney Spears reinventándose a sí misma como estrella de su propio circo, llevando la tradición del espectáculo itinerante al universo del pop moderno.

P!nk (cantante, EE.UU.); La cantante Alecia Moore, conocida como P!nk, ha incorporado de forma única las acrobacias aéreas del circo en sus conciertos pop, haciendo de sus actuaciones en vivo un verdadero espectáculo circense. Desde 2009, P!nk sorprendió al público al cantar suspendida de telas y arneses, realizando rutinas dignas de trapecistas mientras interpreta sus canciones. En galas como los premios Grammy y giras mundiales (por ejemplo, The Truth About Love Tour o Beautiful Trauma Tour), la artista vuela literalmente sobre el público haciendo giros, piruetas y descensos controlados sin dejar de cantar. Uno de sus momentos más recordados fue en 2010, cuando en los Grammy realizó una actuación aérea con telas sobre el auditorio, empapada en agua, dejando a todos boquiabiertos. P!nk entrena arduamente con instructores de circo para lograr estas proezas y ha comentado que comenzó a incorporar danza aérea para añadir emoción y desafío a sus shows[41]. En 2021 incluso actuó junto a su hija de 9 años haciendo una coreografía aérea en los Billboard Music Awards[42][41]. No es la primera vez: la cantante ya había descendido desde la fachada de un edificio cantando en un espectáculo benéfico[41]. Gracias a esta fusión de música y circo, P!nk se ha ganado reputación por sus conciertos “de alto vuelo”, demostrando una entrega física total. Su sello personal es unir la potencia vocal con arriesgados números de circo contemporáneo, marcando tendencia en la industria del entretenimiento en vivo.

Salvador Dalí (pintor, España); El célebre pintor surrealista Salvador Dalí tuvo una relación intensa y admirativa hacia el circo, que se manifestó tanto en su vida como en su obra. Desde niño en Figueres, Dalí observaba fascinado cómo cada mayo llegaba la feria y el circo a la plaza cercana a su casa[43][44]. A los 17 años pintó acuarelas de escenas circenses, como Feria de la Santa Cruz (1922), donde retrata gigantes, caballitos y una carpa con la palabra “Circus” bien visible[45]. Mantuvo siempre ese interés: compartía con su amigo poeta Federico García Lorca la pasión por trapecistas, magos e ilusiones[46]. En 1971, cuando un crítico lo llamó “payaso” para menospreciarlo, Dalí lo tomó como elogio: se vistió de clown profesional en Barcelona y se hizo fotografiar así, proclamando que “es más difícil actuar de payaso durante cuarenta años que de pintor”[46]. También colaboró con circos reales: visitó el circo de Ángel Cristo en 1981 y le dedicó un dibujo autografiado al domador (lo llamó “digno domador del emperador Trajano”) en señal de admiración[47]. Dalí veía en el circo una prolongación de su arte: la mezcla de fantasía, riesgo y espectáculo total. Incluso en sus escritos juveniles describía la feria como “una gran caja de música” que encantaba a todo el pueblo[48]. Su frase “cada hombre quiere ser payaso, pero sólo el artista lo consigue” resume cuánto lo inspiró el mundo circense. Dalí, extravagante y teatral como era, incorporó la filosofía del circo –la libertad creativa y el asombro– a su propia vida y obra.

Harry Houdini (ilusionista, EE.UU.); Antes de convertirse en el escapista más famoso del mundo, Harry Houdini literalmente empezó en el circo. Nacido en 1874 como Ehrich Weiss, a los 9 años debutó en un circo vecinal de su infancia como trapecista, haciéndose llamar “Ehrich, el Príncipe del Aire”[49]. Esa temprana experiencia en la carpa marcó su camino artístico. Ya de joven adulto, adoptó el nombre de Houdini y pasó casi una década actuando en circuitos de dime museums y circos itinerantes por Estados Unidos[50], presentando números de magia y pequeñas fugas. Junto a su esposa Bess (que hacía de asistente), recorrían ferias y hasta participaron en la Exposición Mundial Colombina de Chicago en 1893[51][52]. Aunque aquellos años fueron duros y poco glamorosos –Houdini luego recordaría lo agotador de hacer tres o cuatro pases diarios en carpas humildes–, le sirvieron para pulir sus trucos y su resistencia física. Su gran salto a la fama llegó en 1899, cuando fue descubierto por un empresario de vodevil que lo llevó a teatros principales[53][50]. Pero para entonces, Houdini ya había forjado su temple actuando ante públicos de feria difíciles de impresionar. De hecho, muchas de sus demostraciones públicas legendarias –escapar de esposas policiales, cadenas o camisas de fuerza colgado de grúas– las realizaba al aire libre como estrategia circense de promoción para atraer gente a sus shows[50]. En resumen, la herencia circense de Houdini (disciplina acrobática, exhibicionismo dramático y cercanía con el público popular) fue la base que lo elevó al estrellato internacional de la magia y el escapismo.

Lionel Messi (futbolista, Argentina); El astro del fútbol también ha tenido una conexión singular con el mundo del circo, al convertirse en inspiración de un espectáculo circense. En 2019, la compañía Cirque du Soleil estrenó “Messi10”, un show entero dedicado a la vida y trayectoria de Lionel Messi[54]. La producción –presentada en Barcelona y luego de gira– fusiona los universos del fútbol y el circo: en escena se ven trampolines, diábolos, cuerdas verticales, malabaristas y saltos acrobáticos, todo hilado con momentos emblemáticos de la carrera de Messi[55]. Cada acto rinde homenaje a sus habilidades extraordinarias (velocidad, equilibrio, perseverancia), traduciendo las jugadas de Messi en números circenses llenos de riesgo y creatividad[55]. Por ejemplo, un equilibrista sobre el alambre representa su increíble balance, y un grupo de acróbatas simboliza sus goles imposibles. El propio Messi colaboró con la creación y asistió al estreno maravillado[56]. “Messi10” ha sido descrito como un circo-teatro deportivo, con diez acróbatas encarnando distintos aspectos del jugador y con música y visuales inspirados en la cultura futbolera. Es la primera vez que Cirque du Soleil dedica un show a un deportista en activo, prueba del estatus casi mítico de Messi. Gracias a este espectáculo, Messi –acostumbrado a maravillar en la cancha– fue celebrado bajo la carpa, dejando claro que su talento trasciende el fútbol y se convierte en arte circense para contar su historia de superación y éxito ante nuevos públicos.

Estefanía de Mónaco (princesa, Mónaco); La princesa Estefanía, hija menor de Rainiero III y Grace Kelly, ha desarrollado una vida estrechamente ligada al circo. Su padre fundó en 1974 el Festival Internacional de Circo de Montecarlo, y Estefanía heredó de él esa pasión: desde 2005 es la Presidenta del Festival, participando activamente cada año en la organización y premiación de artistas[57]. Pero su vínculo va más allá del protocolo real. A finales de los 90 Estefanía sorprendió al mundo al enamorarse del domador de elefantes suizo Franco Knie. En 2001, la revista ¡HOLA! reveló que la princesa dejó el palacio para vivir en una caravana de circo con Knie durante meses[58], adoptando el modesto día a día circense: ayudaba con las tareas, hacía la compra y cuidaba de sus hijos entre jaulas y lonas[59]. Aunque aquella relación terminó, luego Estefanía se casó en 2003 con otro artista circense, el acróbata portugués Adans Lopez Peres, integrante de un número de trapecio volante (se divorciaron en 2004). Incluso sus hijos Pauline y Louis Ducruet han crecido entre bastidores de la carpa, llegando Pauline de niña a entregar premios en el festival[60]. Estefanía es además Presidenta Honoraria de la Fundación Mundial del Circo, defensora de la tradición circense familiar[57]. En cada inauguración del festival, se la ve radiante rodeada de payasos, equilibristas y hasta animales, demostrando un cariño genuino por esos “trabajadores del mayor espectáculo del mundo”. Su compromiso le ha valido el apodo de “princesa del circo” y es considerada un ancla y protectora para la comunidad circense internacional[57].

Michael Jackson (cantante, EE.UU.); El rey del pop también tiene un nexo con el circo a través de los espectáculos que honran su legado. Tras su fallecimiento en 2009, la compañía Cirque du Soleil, en colaboración con los herederos de Jackson, creó dos grandes producciones circenses basadas en su música y su universo creativo. La primera fue Michael Jackson: The Immortal World Tour (2011-2014), un show itinerante que combinaba las canciones icónicas de Jackson con la magia visual y acrobática del Cirque, convirtiéndose en una de las giras musicales más exitosas de la historia[61]. Le siguió Michael Jackson ONE, estrenado en 2013 como espectáculo permanente en Las Vegas, donde hasta hoy sigue deslumbrando al público[62]. En ONE, el Cirque du Soleil fusiona sus acrobacias de firma con la danza urbana y efectos cinematográficos, sumergiendo a la audiencia en el mundo de la música de Michael[63]. Ambos shows presentan trampolines, bailarines contorsionistas, números aéreos y proyecciones, todo al ritmo de “Thriller”, “Billie Jean” o “Smooth Criminal”. Además, en vida Michael Jackson ya había mostrado afinidad por lo circense: su rancho Neverland tenía atracciones de feria y zoo, y sus giras incorporaban elementos teatrales grandilocuentes dignos de circo. Gracias a estos espectáculos de Cirque du Soleil, Jackson recibió una suerte de tributo circense póstumo, transformando sus hits en experiencias visuales y acrobáticas, y subrayando la dimensión fantástica y escénica que siempre tuvo su arte.

Hugh Jackman (actor, Australia); El actor y showman Hugh Jackman ha estado vinculado al mundo del circo principalmente por encarnar al fundador del circo moderno en la gran pantalla. En 2017 protagonizó el exitoso musical cinematográfico The Greatest Showman, dando vida a P. T. Barnum, el creador del circo Barnum & Bailey[64]. Jackman no solo actuó, sino que también se involucró en recrear con fidelidad el espíritu circense del siglo XIX: en el film interpreta números musicales inspirados en actos de circo (con trapecistas, mujeres barbuda, tragafuegos, etc.), mostrando a Barnum reunir una troupe de “fenómenos” y montar su carpa. La película celebró los valores de la imaginación y la inclusión del circo, y popularizó de nuevo la figura de Barnum ante audiencias modernas[64]. Para prepararse, Jackman entrenó rutinas de baile y acrobacia junto a artistas reales –sus compañeros Zendaya y Zac Efron aprendieron trucos aéreos para sus papeles de trapecistas–. Además, Hugh Jackman es conocido por sus dotes de cantante y presentador en vivo: ha conducido ceremonias como los premios Tony con elaborados números dignos de varieté, bailando y cantando rodeado de coristas y acróbatas. En 2019 llevó de gira mundial un espectáculo musical propio (The Man. The Music. The Show.) en el que incluyó elementos teatrales estilo circo. Su versatilidad le permite moverse con soltura entre el cine, el teatro musical y el circo. Gracias a The Greatest Showman, millones de personas conocieron la historia del circo a través de su interpretación, y él mismo se consolidó como un artista total que rinde tributo a la esencia del circo –el espectáculo– con cada performance. [64]

Referencias y fuentes:

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