March 15, 2022

El Diari de Sabadell calificaba el espectáculo como “Un recorrido emocional por el Circo Raluy” ante el estreno de Vekante su nuevo espectáculo. La llegada del circo a Sabadell ha despertado la expectación habitual entre los vecinos de la localidad.

El diario explica que hay sintonías en el mundo que son inconfundibles: por ejemplo, una marcha militar, un electrocardiograma o un bosque mediterráneo. También, la música de circo, uno de los elementos más característicos de este espectáculo, que reinaba en la entrada del Circo Raluy, situado en el parquing que hay frente al gigante comercial del Eix Macià. Era el estreno de Vekante , la función premiada como mejor espectáculo en carpa de Cataluña que, después de dos años de gira, ya ha llegado a Sabadell.

William Giribaldi, codirector de Raluy, le definía en la entrada como “ una fusión de circo tradicional y circo contemporáneo ”, que va mucho más allá de lo previsible, para convertirse en “ un recorrido emocional ”. Sin duda, una vez superada las cortinas, frente a la entrada principal, y de espaldas al escenario, Giribaldi, vestido con un vestido rojo intenso, también parecía emocionado.

Después de veintiocho años conectado a Raluy -entró como malabarista cuando Carlos Raluy, su actual suegro, le ofreció una plaza-, el amor, y ahora, también, la deuda, le llaman para organizar el espectáculo. Durante la escena él es el concejal de un espectáculo en el que participan más de 40 personas. Pese a considerarse como tal, el concejal en el circo difiere de su homónimo en el teatro, por lo que William no abandonará el escenario sino en contadas excepciones.

En esta edición inédita de Vekante, el Diari de Sabadell explica que la entrada de público era notable, hasta 450 personas asistieron el pasado sábado al circo. Un espectáculo con ritmo, buena música y precisión en su ejecución. Como decía su concejal, la mezcla de circo clásico – los malabares – acompañados de una batería interminable se acompañaban de representaciones más innovadoras; cuerdas, baile y una representación donde la precisión se jugaba todo. Sin embargo, en lugar de un motorista que pasa por un arco de hierro en llamas mientras debajo espera un tigre hambriento, en esta ocasión se trataba de hacer creer al público que con las rosas, nuestras queridas rosas, también se puede hacer magia. Pues eso, Raluy, histórico y distinto a la vez.

Últimas entradas

Compartir