Se cumplen 25 años desde que en 1996, el Circo-Museo Raluy, conocido como el Raluy, dirigido por los hermanos Luis y Carlos Raluy, fue galardonado con el Premio Nacional de Circo por su destacada labor en la difusión internacional del circo español y su valiosa colección histórica que abarca tres siglos de tradición circense.
El Circo-Museo Raluy es una institución única en el mundo del espectáculo. Fundado en 1928, ha recorrido diversos países presentándose como el Circo Español Raluy, llevando consigo más de 50 caravanas históricas arrastradas por vehículos Mercedes que pertenecieron al ejército alemán. Esta colección incluye carromatos, fotografías, vestuarios y otros objetos utilizados por artistas y compañías circenses desde antes de la Revolución Francesa hasta mediados del siglo XX.
Luis y Carlos Raluy, hijos del fundador y actuales propietarios, han desempeñado roles fundamentales dentro del circo; Luis como payaso y Carlos como jefe de pista. Su dedicación ha sido clave para mantener viva la esencia y la tradición del circo clásico, adaptándose a los tiempos sin perder la autenticidad que caracteriza al Circo Raluy.
La concesión del Premio Nacional de Circo en 1996 reconoció no solo la calidad artística de sus espectáculos, sino también su labor de conservación y difusión del patrimonio circense. Este galardón, otorgado por el Ministerio de Educación y Cultura, está dotado con una cuantía económica que en aquel entonces ascendía a dos millones y medio de pesetas.
El Circo-Museo Raluy ha sido una escuela para numerosas generaciones de artistas circenses y ha contribuido significativamente a la proyección internacional del circo español. Su presencia en festivales y eventos internacionales ha llevado la cultura y el arte circense de España a audiencias de todo el mundo, consolidándose como un referente en el ámbito circense.
A lo largo de los años, el circo ha sabido reinventarse, incorporando nuevas disciplinas y adaptándose a las demandas del público contemporáneo. Sin embargo, el Circo Raluy ha mantenido siempre una línea que combina la tradición con la innovación, ofreciendo espectáculos que evocan la nostalgia del circo clásico mientras integran elementos modernos que enriquecen la experiencia del espectador.
La historia del Circo-Museo Raluy es un testimonio de pasión, dedicación y amor por el arte circense. Su labor ha sido fundamental para preservar la memoria histórica del circo y para inspirar a futuras generaciones de artistas que ven en el Raluy un ejemplo a seguir.
